Una tormenta solar de gran intensidad podría regalar un espectáculo natural pocas veces visto: auroras australes en el sur de Argentina y Chile, con la posibilidad de que el fenómeno incluso sea visible en localidades como San Carlos de Bariloche, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
La exitosa maniobra de la NASA para restablecer la conexión con la Voyager 1
La alerta fue emitida por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que indicó que el evento está relacionado con una eyección de masa coronal (CME), es decir, una explosión de partículas solares con campos magnéticos. Cuando estas partículas impactan la atmósfera terrestre, pueden provocar tormentas geomagnéticas capaces de generar auroras en latitudes inusuales.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La tormenta solar prevista alcanza el nivel G4 (severo), uno de los más altos en la escala de tormentas geomagnéticas, y no se descarta que escale a G5, el nivel máximo. Estas intensidades pueden producir efectos visibles en el cielo, además de posibles alteraciones en sistemas de comunicaciones y navegación.
La Red Geocientífica Chilena confirmó que, con estos niveles de energía, las auroras podrían observarse en el extremo sur de Sudamérica, incluyendo regiones de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut en Argentina, así como también Magallanes y Aysén en Chile. También se esperan avistamientos en otras partes del mundo como Alaska, Canadá, Alabama, el norte de California y hasta Alemania.
Científicos de la NASA descubrieron un objeto cósmico que emite «señales extrañas» hacia la Tierra cada 44 minutos
En nuestra región, las mejores chances de ver auroras serán durante la noche del lunes, si el cielo está despejado y con una buena visibilidad hacia el sur.
Un fenómeno similar ocurrió en mayo del año pasado, cuando los cielos patagónicos se tiñeron de rosado, rojo y naranja. Aquella vez, el evento fue visible desde localidades como Ushuaia, El Calafate y El Chaltén, y las imágenes dieron la vuelta al mundo.
LV/fl