La elección de un administrador para un consorcio requiere de una serie de factores a tener en cuenta para no equivocarse en la decisión, tales como el monto de los honorarios y la honestidad de cómo se maneja a la hora de administrar el dinero recaudado de las expensas. En este contexto, este medio se comunicó con el abogado, Eduardo Awad.
Según Eduardo Awad, el administrador es una figura clave en la gestión de un consorcio, ya que maneja grandes sumas de dinero destinadas al mantenimiento del edificio. “Tiene que ser una persona honesta porque está administrando dinero ajeno y su tarea debe ser transparente”, enfatizó.
Se recomienda desconfiar cuando un administrador cobra barato
Uno de los puntos críticos es la retribución que reciben. Awad advirtió que un honorario extremadamente bajo puede ser una señal de alerta. “Si un administrador cobra muy barato, desconfíen. Nadie trabaja gratis, y menos en una tarea tan demandante como esta”, señaló.
Cómo evitar fraudes y mantener controladas las funciones del administrador
Existen varias prácticas deshonestas que pueden perjudicar a los propietarios, una de ellas es la contratación de proveedores con sobreprecios. “Algunos administradores contratan amigos que cobran el doble del valor real del servicio, generando un perjuicio directo para el consorcio”, advirtió el entrevistado.
Para evitar esto, se recomienda a los propietarios exigir que el administrador presente un informe mensual detallado con los ingresos y egresos. “Cada mes, el administrador debe mostrar cuánto recaudó en expensas, cuánto gastó y en qué conceptos. Además, debe presentar los comprobantes de cada gasto”, sugirió Awad.
Cómo debe aprobarse el aumento de honorarios
El abogado remarcó que un administrador no puede aumentar su honorario sin aprobación de la asamblea de propietarios. “Algunos malos administradores aprovechan las vacaciones de los consorcistas para subirse el sueldo sin consentimiento. Esto es ilegal”, resaltó.
Para evitar abusos, es recomendable que las decisiones sobre aumentos sean debatidas y aprobadas en asamblea. “Si la asamblea no aprueba el aumento, el administrador debe seguir cobrando lo mismo. Si no le conviene, puede renunciar y dejar que otro tome su lugar”, explicó Awad.