Axel Soto lleva en la pesca desde los 8 años y, el pasado fin de semana, vivió una de las experiencias más impactantes de su vida. Durante una jornada de pesca, logró capturar un tiburón gatopardo (Notorynchus cepedianus) de 2,60 metros y más de 50 kilos. Sin embargo, lo más importante no fue la captura en sí, sino la decisión de devolverlo al mar en perfectas condiciones.
«Es la captura más grande que he tenido hasta ahora y estoy feliz de haberla devuelto. Lo mejor de todo es que el tiburón se fue sano, solo estuvo unos minutos fuera del agua«, contó Soto.
El tiburón gatopardo es una especie que puede alcanzar hasta tres metros de largo y es frecuente en zonas de restinga. A pesar de su tamaño y apariencia imponente, no representa peligro para los humanos. Más allá de la emoción de la captura, Axel destacó la importancia de su devolución, ya que ejemplares de ese tamaño cumplen un rol fundamental en la reproducción de la especie y en el equilibrio del ecosistema marino.
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«Una pieza tan grande es un reproductor clave para la zona. Están en la cima de la cadena alimenticia y ayudan a mantener el equilibrio marino», explicó.
El pescador también hizo un llamado a sus colegas y aficionados a la pesca deportiva para fomentar la pesca con devolución, una práctica que busca minimizar el impacto ambiental y preservar la biodiversidad.
«Los invito a que practiquen la pesca con devolución. Es fundamental para que podamos seguir disfrutando de la pesca sin afectar el ecosistema«, concluyó Soto.
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La pesca responsable se ha convertido en un pilar clave para la conservación de especies y hábitats marinos. La historia de Axel Soto es un ejemplo de cómo la pasión por la pesca puede ir de la mano con el respeto por la naturaleza.