Mar del Plata es una ciudad que lo tiene todo. Ya sea para descansar, divertirse o desconectarse, sus múltiples atractivos naturales, su variada gastronomía, la amplia oferta cultural y de espectáculos, junto con propuestas para todas las edades, la convierten en un destino que siempre sorprende.
Con más de 47 kilómetros de costa, las playas son la primera postal al llegar. No hace falta que sea verano para caminar por la orilla, mojar los pies o animarse a practicar surf o stand up paddle. Hay balnearios céntricos con todos los servicios, playas más tranquilas hacia el norte o el sur, y sectores preferidos tanto por familias como por jóvenes.
Sabores marplatenses y una vida nocturna única
La ciudad invita a disfrutar de su identidad gastronómica: pescados y mariscos frescos, carnes acompañadas de verduras locales, y los clásicos infaltables como churros, alfajores y medialunas. La cerveza artesanal y el gin son las bebidas insignia de la noche, mientras que los helados artesanales conquistan a locales y turistas en cualquier estación.
Además, cuando cae el sol, Mar del Plata enciende su faceta más vibrante: cervecerías artesanales, bares con tragos de autor, restaurantes, casinos, bingos, teatros, recitales y boliches frente al mar aseguran diversión hasta el amanecer.
También el partido costero cuenta con una cartelera artística y cultural de las más completas del país. Teatro, danza, música en vivo, cine, festivales, charlas y eventos deportivos conviven con museos de arte, historia y ciencias naturales. Cada visita ofrece nuevas propuestas para elegir.
Naturaleza y aire libre
A pocos kilómetros del centro, Laguna y Sierra de los Padres regalan un entorno de bosques, sierras y campos cultivados, ideales para picnics, caminatas, pesca o deportes náuticos. Chapadmalal, con su combinación de dunas, mar y acantilados, suma la cuota de desconexión y tranquilidad que muchos viajeros buscan.
Paseos en bicicleta, parapente, golf o trekking se suman a actividades familiares como parques aéreos, oceanarios y espacios recreativos. Las opciones de entretenimiento son tan variadas que cada día puede vivirse de una manera distinta.
La rambla con el Monumento a los Lobos Marinos y el Torreón del Monje son postales obligadas, tanto para quienes visitan la ciudad por primera vez como para los que vuelven cada temporada.
Así, Mar del Plata es, sin dudas, un destino para todos. Una ciudad que enamora con sus paisajes, sabores, propuestas culturales y su energía única, lista para ser disfrutada los 365 días del año.