El 17 de junio de 2025, Remedy Entertainment lanzó FBC: Firebreak, su primer juego multijugador y autopublicado. La propuesta generó gran expectativa al situarse en el universo de Control y estar disponible desde el primer día en PlayStation 5, Xbox Series y PC.
El atractivo se potenció con su inclusión inmediata en PlayStation Plus y Xbox Game Pass, lo que permitió alcanzar más de un millón de jugadores en apenas diez días. Sin embargo, el modelo de distribución provocó un impacto negativo en las ventas directas, que fueron menores a las previstas tanto en consolas como en PC.
En Steam, la plataforma clave para el mercado de computadoras, el pico inicial de usuarios simultáneos fue de apenas 1.992 jugadores, cayendo a menos de 75 en el primer mes, según datos de SteamDB.
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Estrategia para reconquistar jugadores
Frente a la baja retención y a críticas de la comunidad, Remedy reforzó su comunicación con los usuarios y ratificó su compromiso con el modelo de “juego en evolución”. El objetivo es sumar contenido y mejoras continuas para atraer nuevamente a la audiencia.
La principal apuesta será una actualización mayor a finales de septiembre, que incluirá una experiencia inicial rediseñada, más accesible y atractiva, así como cambios en la estructura de misiones para mejorar el ritmo y la jugabilidad.
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Un revés en medio de un buen año financiero
Aunque FBC: Firebreak no cumplió sus metas comerciales, Remedy informó un incremento del 63,5% en sus ingresos durante el segundo trimestre de 2025, alcanzando cerca de 80 millones de dólares. Este crecimiento se sustentó en el rendimiento sostenido de títulos como Alan Wake 2 y Control.
El estudio continúa desarrollando la secuela de Control y el remake de Max Payne 1 y 2, dos proyectos que avanzan según lo programado.
El caso de FBC: Firebreak refleja los riesgos de los lanzamientos simultáneos en servicios de suscripción y la importancia de ofrecer desde el inicio una experiencia pulida para garantizar ventas directas y fidelización.