Guiada por la pulsión de perseguir a su nuevo novio, al que conoce hace apenas seis meses, la China Suárez pateó el tablero y sacudió toda la dinámica de su compleja familia ensamblada para mudarse a Turquía. La desesperación de acompañar a Mauro Icardi la impulsó a esta decisión controversial.
La blonda no vaciló ni un segundo, a pesar de todas las dificultades de modificar el centro de vida de sus tres hijos, con los que comparte la crianza con dos padres distintos: Nicolás Cabré y Benjamín Vicuña. De hecho, esa intempestiva movida le causó conflictos con el chileno.
En contraposición, María Eugenia consiguió un acuerdo con el papá de Rufina, quien aceptó que se cambiará de país a sus doce años, bajo la lógica de estimular a su niña a que experimente lo que considere, que se anime a vivir esta posibilidad de adentrarse en otra cultura.
En definitiva, la China ya se instaló en Estambul, incluso acaba de gritarle al mundo que encontraron una mansión nueva con Icardi y que esa variación los envolvió en un estadío de alegría, por eso posteó: “Oficialmente mudados”. Nada la detiene en su afán de convivir con el delantero.
Claro que todo esto le activa problemáticas para resolver y por eso se acaba de filtrar el plan intenso que se le aproxima y que se relaciona con los viajes constantes y periódicos para cruzar el océano y transitar más de diez mil kilómetros. La noticia la aportaron en Mujeres Argentinas, donde Virginia Gallardo contó: «Los chicos se van a quedar en la Argentina con Vicuña y la China viajará dos veces por mes para estar con ellos».
La panelista especificó: «Esto sería al menos hasta que terminen las clases«. A raíz de este dato se puede dilucidar que Suárez realizará unos catorce vuelos desde ahora hasta noviembre, cuando culmine el ciclo lectivo en Argentina.