La Ciudad de Buenos Aires, a través del Ministerio de Infraestructura y Movilidad y de la empresa Autopistas Urbanas (AUSA), anunció la construcción de un nuevo puente en la calle Ciudad de la Paz, sobre las vías del ferrocarril Mitre. La obra reemplazará al actual, que conecta Palermo con Colegiales desde 1916, pero que presenta serios problemas estructurales y solo puede utilizarse para tránsito liviano y peatones.
Mientras tanto, vecinos de la zona y proteccionistas patrimoniales aguardan la resolución del Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP), que definirá la posibilidad de descatalogar el histórico puente que une Palermo con Colegiales y Belgrano. Como se recordará, la decisión del Ejecutivo porteño generó un fuerte rechazo de vecinos y especialistas en patrimonio, quienes rechazaron la obra recientemente refaccionada y reinaugurada hace cuatro meses, argumentando que la intervención busca permitir la circulación de transporte pesado en detrimento de su valor histórico.
La intervención del CAAP fue solicitada por AUSA, empresa estatal encargada de llevar adelante las obras de construcción del futuro puente a fin de descatalogarlo. Se trata, en definitiva, de un paso clave para que la estatal porteña continúe con el proceso de licitación destinado a reemplazar el actual viaducto por una nueva estructura con capacidad para el tránsito de vehículos de mayor porte. La medida, sin embargo, generó polémica.
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El puente, de 52 metros de largo, fue clausurado en enero de 2023 tras detectarse riesgo de derrumbe. En marzo de este año se reabrió provisoriamente con refuerzos metálicos para autos, motos y peatones, aunque los informes técnicos concluyeron que su vida útil había llegado a su fin y recomendaron su reemplazo inmediato. “Debajo circulan decenas de trenes por hora que transportan miles de pasajeros todos los días. De lo que se trata es de evitar una tragedia si el puente colapsa”, advirtió el ministro Pablo Bereciartua.
El proyecto contempla que el nuevo puente mantenga la identidad histórica del actual, pero incorpora mejoras en seguridad vial, accesibilidad y funcionalidad. El tránsito seguirá limitado a vehículos livianos, con pórticos que restringirán la altura, y se sumarán pasarelas peatonales a ambos lados: la del Norte con escaleras y la del Sur con rampas para personas con movilidad reducida, bicicletas y cochecitos.
Además, aseguran que se preservará la estructura original por su valor histórico y arquitectónico, y se evaluará una futura ubicación para conservarla. “Tal como lo prometimos en marzo, ahora avanzamos con un puente que será mucho más moderno y seguro para automovilistas, peatones y la gente que viaja en tren”, destacó el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
La intervención incluye también una puesta en valor del entorno urbano, en el área delimitada por Ciudad de la Paz, Santos Dumont, Concepción Arenal y avenida Dorrego. Allí se construirán nuevas veredas, calles compartidas, equipamiento urbano, iluminación LED, cámaras de videovigilancia, mejoras hidráulicas y tareas de paisajismo con riego automático.
El plan de obra busca no solo garantizar la seguridad estructural del cruce, sino también mejorar la calidad ambiental, la accesibilidad y el espacio público de la zona.
Expectantes. Atentos a esta situación, los vecinos de la zona y diferentes proteccionistas patrimoniales se encuentran expectantes a la resolución que tomará el martes que viene el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP), ya que ese día vence el cuarto intermedio que se fijó entre este organismo y el gobierno porteño a fin de evaluar la descatalogación del puente como patrimonio cultural arquitectónico. “Estamos a la expectativa de lo que el martes que viene resuelva el CAAP, porque estaría probablemente deteniéndose el pliego de licitación de AUSA y tendrán que generar otro tipo de propuesta y proyecto para preservar este patrimonio cultural arquitectónico y adaptarlo a las necesidades actuales, que no son ni de tránsito pesado ni de pérdida de este hito tan singular del paisaje porteño”, aseguró Fabio Márquez (@paisajeante), proteccionista ambiental.
Natalia Karbabian (@ilustroparanoolvidar) también dejó en claro su posición de conservar el puente. “La mayoría de las asociaciones del CAAP presentes en la reunión votó por no descatalogar el puente, pero algunas de ellas pidieron informes sobre la no verificación del mismo para el tránsito pesado a raíz de las manifestaciones de AUSA. Pero si el puente no se verificara, debería ser restaurado, habiendo sido catalogado en su momento por todos sus valores: histórico, cultural, paisajístico, económico y social, entre otros”.
Como se recordará, apenas se conoció la intención del gobierno porteño de reemplazarlo, los vecinos comenzaron diferentes campañas en el lugar a fin de demostrar su rechazo a la decisión de reemplazar el histórico puente que corre sobre las vías del Ferrocarril Mitre.
Quienes integran el CAAP
C.C.
El Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales que definirá la suerte del puente Ciudad de La Paz-Soler está integrado por representantes de trece instituciones y dependencias oficiales: la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU); la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y de Bienes Históricos; el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (Cicop).
También aparecen el Instituto Argentino de Investigaciones de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo, el Comité Argentino del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Cultura porteño, el Consejo del Plan Urbano Ambiental; la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico y la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura; la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la UBA, y la Dirección General de Interpretación Urbanística (Dgiur) de la Subsecretaría de Gestión Urbana porteña, que lo preside.