Se trata de una nave destinada a cambiar el enfoque de la navegación a motor. Con una cubierta sólida y de gran espacio, navega de manera sublime y tiene todas las cartas en regla para transformar la forma de vivir a bordo de una embarcación.
Este nuevo producto de la firma norteamericana no es grande, ¡es enorme! Con casi 16 m de eslora (52 pies) y poco menos de 8 de manga, presenta superficies impensables no sólo para un monocasco, sino también para catamaranes de la misma longitud. Dimensiones que el astillero ha logrado sin hipotecar un diseño elegante, muy lejos de esos catamaranes que, lamentablemente, siempre terminan pareciéndose a un velero que ha perdido el mástil.