Pampa Energía formalizó su solicitud para adherirse al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), con el objetivo de construir una planta de tratamiento de petróleo en el yacimiento Rincón de Aranda, ubicado en la ventana petrolera de Vaca Muerta, provincia del Neuquén. El proyecto contempla una inversión total estimada en USD 1.500 millones.
Según informó la empresa, el desarrollo incluye la construcción de una Planta Central de Tratamiento (Central Processing Facility – CPF) y obras de infraestructura asociadas como oleoductos, gasoductos, terminales de almacenamiento y estaciones de bombeo. Estas instalaciones permitirán captar, procesar y transportar el crudo y gas natural producido en el área hacia los sistemas troncales ya existentes.
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“Esta planta y su infraestructura asociada es clave para fortalecer nuestra operación en Vaca Muerta”, señaló Gustavo Mariani, CEO de Pampa Energía, en declaraciones difundidas por la empresa.
La operadora tiene como meta alcanzar una producción diaria de 20.000 barriles antes de fines de 2025, etapa que será completada con una planta de producción temprana ya en funcionamiento. Según Rubén Seltzer, gerente de Planeamiento y Estrategia de Exploración y Producción, el primer pad de cuatro pozos alcanzó una producción inicial de 7.200 barriles diarios, superando las estimaciones internas.
En una segunda fase, prevista para 2026, la empresa planea poner en marcha la instalación definitiva, que tendría una capacidad de tratamiento de hasta 45.000 barriles diarios.
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La extensión del bloque Rincón de Aranda es de 240 km². La compañía ya perforó cinco pads con un total de 35 pozos en distintas etapas de desarrollo, algunos en producción, otros en completación.
Conexiones estratégicas y financiamiento
La planta proyectada se conectará con la red nacional de transporte a través del Gasoducto Presidente Perito Moreno (ex Néstor Kirchner) y el Oleoducto Vaca Muerta Sur. Ambas obras se encuentran en ejecución y forman parte de la estrategia de infraestructura nacional para ampliar la capacidad de evacuación de hidrocarburos desde la cuenca neuquina hacia los mercados internos y de exportación.
El pedido de adhesión al RIGI apunta a obtener previsibilidad fiscal, acceso a divisas y seguridad jurídica para la ejecución del plan de inversiones. Pampa se suma así a otras empresas del sector que evalúan acogerse al régimen creado en el marco de la Ley Bases, recientemente aprobada por el Congreso.
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Impacto regional y cronograma
Rincón de Aranda representa hoy el principal activo no convencional de Pampa Energía. Según el plan anunciado, el 80% del presupuesto de inversión de la empresa en 2024 está destinado a este desarrollo.
La aceptación o no del proyecto dentro del RIGI será determinante para el cronograma de obras, que apunta a consolidar la presencia de la compañía como uno de los principales productores de crudo no convencional en la cuenca.
El avance del proyecto también tiene implicancias para la infraestructura regional y la generación de empleo, dado que requerirá contrataciones en servicios de construcción, transporte y mantenimiento, además del personal propio necesario para operar las instalaciones.