Finalmente, luego de varias idas y vueltas, el gobierno de Javier Milei concretó un encuentro con una comitiva de gobernadores. Se trató de una primera reunión con eje en la situación de las finanzas provinciales, afectadas en el último tiempo por la caída de la coparticipación. Un tema que genera preocupación en los mandatarios provinciales.
Los dirigentes del interior, Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut), Sergio Ziliotto (La Pampa), Claudio Vidal (Santa Cruz) y la vicegobernadora Myrian Prunotto, enviada del distante Martín Llaryora (Córdoba), aparecieron a las 11 de la mañana de ayer por la Casa Rosada. Fueron directamente al salón de los escudos de la Secretaría de Interior y vieron las caras de Guillermo Francos, el jefe de Gabinete de la Nación, Lisandro Catalán, el vicejefe de Gabinete, y Carlos Guberman, el secretario de Hacienda.
La provincia de Buenos Aires, gestionada por Axel Kicillof, tuvo intenciones de participar y dar cuenta de la situación fiscal del distrito. Pero finalmente decidieron no ser seleccionados por la liga de gobernadores, el órgano que definió quiénes pisarían Balcarce 50. En La Plata, creen que este tipo de cónclaves no tienen una resolución favorable para los intereses provinciales y que el oficialismo solo busca “ganar tiempo”.
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Más allá de esta visión de la gestión bonaerense, las partes calificaron la reunión como positiva. Aunque los tiempos para los gobernadores apremian y presionarán por respuestas rápidas a sus pedidos de asistencia financiera.
Los mandatarios recalcan cada vez que pueden que no quieren que el equilibrio fiscal se opaque. Para eso, propusieron una recuperación de recursos para sus arcas que hoy tienen “afectación específica, administradas por el gobierno nacional pero pertenecen a las provincias o financian funciones que han quedado bajo su responsabilidad”, como expresó Ziliotto al finalizar su estadía en la Casa Rosada.
Por ejemplo, hablaron de que Nación transfiera lo recaudado por el Impuesto a los Combustibles Líquidos a las provincias y se termine la discrecionalidad de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que, dicen los dirigentes, pertenecen a los distritos. Y valoraron que, después de mucho tiempo, la administración libertaria haya aceptado abrir canales de conversación. “Nosotros siempre nos vamos a sentar a hablar y a negociar”, deslizaron del lado de uno de los mandatarios presentes.
En Balcarce 50 hablaron de “pedidos razonables” y que la reunión salió mejor de lo previsto. Con una promesa: estudiarán lo presentado. No obstante, evitaron mencionar sobre cuándo habrá respuesta. Hubo además intercambios sobre la situación que el país atraviesa por la ratificación de la condena de Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema. Por otro lado, de ambos lados expresaron que no se tocó la posibilidad de que los mandatarios, a través de sus legisladores, respalden un veto presidencial al proyecto de movilidad jubilatoria que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados y que puede tener el visto bueno del Senado.
Francos, en tanto, mediante sus redes sociales, valoró el cara a cara: “Fue un encuentro de diálogo y búsqueda de entendimiento para seguir construyendo un vínculo sólido y responsable entre nación y las provincias”.