Durante mayo, la canasta básica alimentaria (CBA), que mide los niveles de indigencia, se retrajo levemente 0,4 por ciento; mientras que la de la canasta básica total (CBT), que registra el umbral de pobreza, aumentó apenas 0,1 por ciento, según publicó el Indec, este jueves.
La baja estacional en los precios de los alimentos y la tendencia decreciente de la inflación, por el retraso de los salarios y la caída del poder de compra, se reflejan de alguna manera en la estadística oficial: las canastas mostraron la variación más baja desde 2016, mientras el consumo de productos básicos continúa en picada.
De acuerdo con los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), de la Secretaría de Trabajo de la Nación, el poder adquisitivo de los trabajadores asalariados registrados en el sector privado se contrajo 2,6 por ciento en marzo. De esta manera, los salarios se ubicaron 1,4 por ciento por encima del nivel de noviembre de 2023. Hace un año y medio atrás. La presión del Ministerio de Economía para pausar las negociaciones entre trabajadores y empresarios se evidencia en este claro retraso paritario.
En términos interanuales, los movimientos de la CBA y de la CBT resultaron de 29,3 por ciento y 30,5 por ciento al alza. En el año, acumulan incrementos de 11,3 por ciento y 8,4 por ciento, respectivamente.
Para no ser pobre, una familia de cuatro integrantes necesitó 1.110.624 pesos durante el quinto mes del año. El dato representa una suba de 0,1 por ciento en la CBT, que incluye alimentos, indumentaria, salud, transporte o educación.
En tanto que para cubrir la CBA, una familia tipo necesitó 500.281 pesos para el mes en análisis. Con eso, llegó a comprar lo necesario para comer y no ser indigente.
La deflación de las canastas resulta de la decisión del Gobierno nacional respecto a privilegiar como casi única política económica la reducción de la inflación. «Así entonces, el resultado de mayo es el reflejo de las políticas orientadas a “planchar” el tipo de cambio (anuncios de desregulación de inversiones de no residentes, intervenciones en dólar futuro, estacionalidad en la liquidación del campo, declaraciones del propio Milei para que liquide el campo por reposición de retenciones desde julio, suba de tasa, incentivos al carry para no residentes, etc), la moderación en el precio de la carne (que se movió en el mercado mayorista al 0,0 por ciento), por los precios de frutas y verduras (los estacionales “tiraron” para abajo), un consumo que no repunta, el tope de salario, al igual que el tope de los aumentos de tarifas, naftas, medicamentos, prepagas», explicaron desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El reporte del Indec detalló además que la línea de indigencia para un adulto equivalente se ubicó en 161.903 pesos y la de pobreza tocó los 359.425 pesos. Para un hogar tipo de tres integrantes, fue de 398.282 pesos y de 884.186 pesos, respectivamente, y para uno de cinco integrantes, de 526.185 pesos y de 1.168.132 pesos, consecuentemente.