Miley Cyrus, a los 32 años, acaba de estrenar Something Beautiful, uno de los discos más auténticos y sinceros de su carrera. Desde el lanzamiento de este proyecto, la artista no paró de dar notas en los medios de comunicación, en las que contó detalles de su vida personal y artística que jamás había compartido.
Esta semana, en una charla íntima con Mónica Lewinsky para el podcast Reclaiming, Miley Cyrus habló por primera vez sobre cómo vivió su familia su momento más rebelde, que arrancó una vez finalizado su contrato con Disney Channel.
Cabe recordar que, en el año 2013, luego de terminar su etapa como Hannah Montana, Cyrus decidió darle un giro de 180 grados a su carrera y mostrarse como todo lo opuesto a una chica Disney. En medio de esa reinvención, sacó Bangerz, un disco cuyas letras giran en torno a la fiesta, la rebeldía y la libertad.
Junto con la música, vinieron varios videos musicales disruptivos que escandalizaron a más de uno.
El primero fue We Can’t Stop, un clip que muestra a una Miley en medio de fiesta, alcohol, descontrol y provocaciones sexuales. Sin dar mucho respiro estrenó Wrecking Ball, donde se mostró por primera vez completamente desnuda, colgada de una bola de demolición y lamiendo un martillo.
La rebeldía de unos es la pesadilla de otros
Mientras todo esto ocurría, los hermanos menores de Miley, Noah y Braison, que en ese momento tenían 13 y 18 años, no querían asistir a clases por la vergüenza que les generaba el comportamiento de la estrella pop a causa de su cambio de imagen.
«Hubo un tiempo en el que mi hermano y mi hermana no querían ir a la escuela por la humillación que sentían por estar emparentados conmigo», aseguró Cyrus. Y agregó: «Recuerdo que mi hermano en un momento dijo: ‘No te juzgo, pero podrías entender lo difícil que es para mí ir a la escuela y que seas mi hermana’. Yo era una hermana difícil de tener cuando era pequeña, así que dije: ‘Está bien, estamos parejos'».
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Si bien, en ese momento, los hermanos de Miley creyeron que sólo ellos sufrían a causa de la situación, la realidad es que la ex chica Disney tampoco estaba en su mejor momento. «Perdí todo durante ese tiempo en mi vida personal debido a las decisiones que estaba tomando profesionalmente», comentó. Y sumó: «Era difícil ir a casa y ver a mi papá, mirarlo a los ojos y no sentirme muy avergonzada».
A continuación, Cyrus aseguró que dejó de ser tan escandalosa con sus acciones gracias a su entorno: «Si seguía vistiendo o actuando de cierta manera, mis relaciones se desmoronaban. Nadie quería salir conmigo, porque no querían estar con una mujer cuya expresión sexual no era para ellos. Era como compartirlo con el mundo».
Para Miley, la sobreexposición a la que se sometía a sí misma en aquella época no sólo afectó a su familia y amigos, sino que también fue un obstáculo grande en sus relaciones amorosas. «Cuando intentaba salir con alguien, cuando estaba saliendo con alguien, o con quien estaba comprometida, no funcionó porque estaba compartiendo una parte de mí misma que los hombres querían reservar sólo para ellos», añadió.