La calma política de enero empieza a quedar atrás y los planes para las elecciones legislativas de este año se convierten poco a poco en el tema de conversación excluyente dentro de cada espacio y sobre todo en el PRO que lidera Mauricio Macri, que tiene varias reuniones esta semana para evaluar riesgos y beneficios de sellar una alianza con el presidente Javier Milei, bajo una presión que crece desde las provincias.
Este lunes la mesa ejecutiva del PRO tuvo una reunión por Zoom encabezada por Macri, con la participación del gobernador Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires) los diputados nacionales Cristian Ritondo, Diego Santilli y María Eugenia Vidal y los intendentes Guillermo Montenegro (Mar del Plata) y Soledad Martínez (Vicente López). Solo falto Ignacio Torres (Chubut), que no pudo ir por temas de agenda.
El objetivo central de este encuentro fue empezar a definir posición sobre la eliminación o suspensión de las elecciones PASO, que el Gobierno quiere aprobar en el Congreso antes del 21 de febrero. Como en la Ciudad el PRO impulsa suspenderlas solo por este año, se inclinan por proponer lo mismo a nivel nacional. La relevancia de las primarias para el armado de cualquier alianza convierte este tema en el paso previo obligado a la definición de la estrategia electoral.
No obstante, la mesa ejecutiva volverá a reunirse el próximo miércoles, esta vez de forma presencial. Macri viajará desde Villa La Angostura a Buenos Aires para ese encuentro y en el partido confirman que empezarán a avanzar con el tema de la estrategia electoral. Las fuentes consultadas por iProfesional indicaron que en la primera reunión «hubo muy buena sintonía para llegar a un acuerdo electoral con La Libertad Avanza en los próximos meses».
Hay urgencia por las definiciones dentro del PRO y Macri empieza a sentirla, con una triple presión: el desafío abierto de los libertarios a Jorge Macri en el bastión del partido amarillo; la debilidad del espacio en la estratégica provincia de Buenos Aires frente a la figura de Milei que arrojan varias encuestas y la autonomía que quieren tener los gobernadores para el armado electoral en sus distritos.
Elecciones: ¿por qué Mauricio Macri se ve forzado por Javier Milei a apurar la definición del PRO?
La pelea por la Ciudad de Buenos Aires es lo que más distorsiona la estrategia del PRO y lo que más tensa la relación de Macri con Milei. El ex mandatario entiende que no pueden perder el distrito que gobiernan desde 2007 y que además es uno de los ocho que este año elegirán senadores nacionales y moldearán al Senado para los próximos dos años.
Para el macrismo porteño el cruce entre Milei y Jorge Macri por las declaraciones del Presidente en el Foro de Davos fue una nueva muestra de que el enfrentamiento electoral con los libertarios en la Ciudad sería casi inevitable. El líder del PRO le da prioridad a esta batalla pero el problema es que los referentes de la provincia de Buenos Aires no quieren verse arrastrados por la dinámica porteña.
Se sabe que el que más presión mete por acordar con La Libertad Avanza en la Provincia es Santilli, quien además de tener que renovar su banca de diputado este año mantiene su sueño de ser gobernador, pero Ritondo también abona esa estrategia. En su entorno señalaron a iProfesional que «en 2023 quedó demostrado que yendo separados se beneficia (Axel) Kicillof».
Con las encuestas en la mano, tendrían razón. Un reciente sondeo de la consultora Management & Fit arrojó que el PRO tiene una intención de voto de apenas 7% en la Provincia y se ubica en cuarto lugar, muy por detrás de La Libertad Avanza, que cosecha el 38,7%, y del kirchnerismo, que alcanza el 30,7%.
Esto obliga a Macri a acelerar las reuniones para definir la estrategia del PRO porque, del otro lado, Milei está a la pesca de dirigentes disconformes con la conducción del partido amarillo. Ya se llevó a Diego Kravetz de la Ciudad a la Nación y al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Ahora varios miran atentamente a Montenegro, un dirigente clave por el peso de Mar del Plata en el padrón bonaerense. Se lo ha visto seguido por Casa Rosada, según supo iProfesional.
En ese contexto, la posición de los bonaerenses no es algo menor para la situación que enfrenta Macri como líder del partido, menos la de Ritondo, porque es su alfil más importante: además de comandar al bloque de diputados nacionales del PRO es el interlocutor con la Casa Rosada y tiene diálogo fluido con Santiago Caputo, mano derecha de Milei y artífice de la estrategia libertaria.
Los gobernadores quieren «autonomía» y suman a la presión para buscar un acuerdo
A esto se le suma la postura de los gobernadores como Frigerio y Torres, que no se sienten urgidos por compartir listas de diputados o senadores con La Libertad Avanza en sus distritos pero tampoco le cierran la puerta a esa posibilidad.
«Rogelio y Nacho tienen autonomía en sus distritos«, advirtieron fuentes cercanas a los gobernadores del PRO. La traducción es simple: ellos tampoco quieren que la disputa que mantienen los Macri con Milei por la Ciudad de Buenos Aires sea la que defina la estrategia nacional del partido.
Los gobernadores quieren tener la libertad de buscar una alianza electoral con La Libertad Avanza si la situación de sus respectivas provincias lo amerita y ambas presentan escenarios distintos. «En Chubut el peronismo está dividido y a las puteadas entre ellos, pero en Entre Ríos está unificado y tiene 30 puntos de base», señaló a iProfesional un operador del partido.
Si bien ninguno de los dos querrá soltar «la lapicera» que define las listas, ese panorama general pone a Frigerio más cerca de buscar un acuerdo para incorporar libertarios a la alianza de 30 partidos que lidera en Entre Ríos, para ahuyentar el riesgo de una victoria peronista. No es menor que esta provincia también elige representantes para el Senado.
¿Alianza total o parcial?: el dilema de Mauricio Macri, con la Ciudad como eje
Entre la presión de los referentes de la provincia de Buenos Aires para acordar con La Libertad Avanza, la autonomía que reclaman los gobernadores para definir la estrategia en sus provincias y la pulseada por la Ciudad de Buenos Aires, sumado al drenaje de dirigentes que intenta profundizar Milei, Macri se ve forzado a acelerar conversaciones para llegar a una definición.
En este contexto, crece dentro del PRO la idea de buscarle la forma a un acuerdo electoral con el espacio de Milei y evitar una dispersión que podría jugarles en contra, pero la situación de la Ciudad es la que distorsiona. «Jorge Macri está duro con eso», deslizaron a este medio. De no revertirse esa pelea, la opción casi forzada será sondear una alianza parcial.
Esto sería, mantenerse separados en la Ciudad si los libertarios insisten en enfrentar al oficialismo local y paralelamente acordar en los distritos donde estén más complicados, con la provincia de Buenos Aires como caso paradigmático.
Sin embargo, para que el acuerdo electoral tenga esa forma será fundamental la aceptación de Milei y su círculo cercano. El Presidente sostuvo a fines del año pasado que quiere ir «juntos en todos lados o separados». Si se mantuviera en esa postura, Macri podría enfrentar problemas dentro de su partido.
Así, la fuerte presencia de Javier Milei en el tablero político de cara a las elecciones legislativas y la atracción que genera en dirigentes del PRO obligan a Mauricio Macri a acelerar una definición respecto de la eventual alianza. El límite máximo sería marzo, una vez que esté claro si habrá PASO en agosto o no.