La triste noticia del fallecimiento de Jorge Lanata, ocurrido este mismo lunes a primeras horas de la tarde, descolocó a todos por completo. Fue el adiós a uno de los periodistas más históricos e importantes de nuestro país, un hombre que marcó una era, que fue un referente para muchos y que dejó una huella imborrable en cuanto a labor y profesionalismo. El dolor es total, una pérdida en la que todavía es muy difícil caer.
Cabe recordar que el estado de salud de Jorge venía siendo súper delicado. Ingresó al Hospital Italiano el pasado 14 de junio, cumpliendo ya más de seis meses de internación con pronósticos variados, que iban desde leves mejoras hasta diagnósticos muchísimo más fuertes que hablaban de un final anunciado.
Si bien en un momento había tenido algunos traslados a la Clínica Santa Catalina para su rehabilitación, lo que parecía indicar un progreso en su cuadro, su salud por estos meses siempre fue frágil y desde el pasado 18 de septiembre no salía del Italiano. Hace unos días se supo que la situación de Lanata se agravó más, justo horas después de pasar la Navidad.
Hace casi una semana, por Nochebuena y la llegada de la Navidad, su familia lo visitó durante el día y la propia Elba Marcovecchio, su esposa, contó cómo se vivió todo en el hospital. “Fue una Navidad un poquito diferente. Jorge está estable, pero es imposible no extrañarlo en casa”, expresó la abogada, visiblemente conmovida.
ELBA MARCOVECCHIO CONTÓ CÓMO PASÓ JORGE LANATA SU ÚLTIMA NAVIDAD
En medio de la angustia por su cuadro de salud y en lo que fueron unas fiestas muy diferentes, Marcovecchio también había deslizado que Jorge se encontraba estable, obviamente sin esperar el golpazo que iba a recibir días después con su muerte. “Es triste. El 24 estuve toda la mañana con él. Y el 25, entre comillas, almorzamos acá. y mis hijos se fueron con mis hermanos y mi mamá a La Plata. Fue raro. Está estable. Es imposible no extrañarlo en casa”.
La abogada también explicó que ese mismo 24 de diciembre le leyó el libro Contra la verdad, de Nietzsche. Por la tarde el periodista fue visitado por sus dos hijas, Bárbara y Lola. Quien también estuvo presente en el hospital fue su colega y gran amigo Gabriel Levinas, que se ofreció a pasar la noche en el centro médico ya que no celebra las fiestas -habría estado con él hasta después del brindis-.
Por último, Elba también había confesado su deseo de que Jorge pueda recuperarse: “Lo único que me importa es que Jorge vuelva a casa”. Lamentablemente, esto no pudo cumplirse y el dolor es total, tanto para su esposa ahora viuda, como para sus hijas, amigos y los medios que lloran su partida.